DIFERENCIACIÓN Y ANAPLASIA
La
diferenciación es la magnitud en que las células parenquimatosas neoplásicas se
asemejan en su función y forma a las células correspondientes del parénquima
sano característicos de neoplasias benignas.
La
anaplasia es la falta de diferenciación y es un rasgo distintivo de malignidad.
Lo
tumores benignos por lo general están bien diferenciados, únicamente cuando
estas células crecen para formar una masa concreta se revela la naturaleza
neoplásica de la lesión, en los tumores benignos bien diferenciados, las mitosis
suelen ser infrecuentes de forma normal.
Y
aunque en las neoplasias malignas manifiestan una gama variada de
diferenciación celular parenquimatosa, la mayoría muestra alteraciones
morfológicas que delatan su naturaleza maligna.
La Anaplasia suele
asociarse a muchas alteraciones morfológicas, tales como:
Pleomorfismos
|
Variación
en tamaño y forma
|
Morfología
Nuclear
Anómala
|
Presentación
de Núcleos
Desproporcionados.
|
Mitosis
|
Reflejo
de la gran actividad proliferativa.
|
Perdida
de la
Polaridad
|
la
orientación de estas, formando
desorientación
estructural.
|
INVASIÓN LOCAL
El crecimiento del cáncer
se acompaña de una infiltración invasión y destrucción progresiva del tejido
circundante, mientras que casi todos los tumores benignos crecen en forma de
masas expansivas y cohesionadas que se mantienen en su lugar de origen y
carecen de capacidad para infiltrar invadir o metastatizar.
Los tumores benignos
crecen y se expanden con lentitud, y crecen con cápsula que los separa del tejido anfitrión, esta
capsula no impide el crecimiento del tumor pero es importante en clínica puesto
a que permite la fácil palpación y movilidad característica, además permite la
fácil extirpación de este quirúrgicamente.
Por el contrario los
tumores malignos suelen delimitarse mal en tejidos sanos circundantes y carecen
de un plano de resección bien definido, no respetan los limites anatómicos y a veces
pueden penetrar la pared del órgano afectado y puede irradiarse hacia otros
lugares (metástasis), esto dificulta la resección quirúrgica e implica si se ve
localizado la resección de un considerable margen de tejido cercano
aparentemente sano para garantizar la extirpación local completa.
Bibliografía:
Robbins
y Cotran, Patología Estructural y Funcional. Kumar V. Abbas A. Y Aster J. 9
edicion. España Elsevier 2015. Pags. 268-272.
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